
Las concentraciones de tóxicos en el aire que respiran los habitantes de la ciudad están llegando a los límites máximos permitidos por las normas ambientales.Por lo que las autoridades competentes han declarado un “alerta” ante el peligro que la situación representa para la salud.
Las estaciones de monitoreo estratégicamente colocadas por especialistas del Programa de Calidad del Aire y Control de Emisiones Atmosféricas, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales , registran que la contaminación procede de las denominadas “fuentes móviles”, debido a que el parque vehicular ha tenido un incremento alarmante en los tres lustros últimos y a que está constituido en su mayor parte por unidades viejas con tecnología obsoleta y combustión deficiente.
José Andrés Rodríguez, técnico de Semarena, advierte que la situación se agrava por las emisiones letales del funcionamiento de las generadoras eléctricas de emergencia, popularizadas en el país debido a los apagones y de las que hay un inventario de cuatro millones de unidades importadas.
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